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Mi Misión

Mi misión es aportar a la pacificación no sólo de mi país sino del planeta, en diferentes ámbitos y en particular desde el escolar. Desde que conocí la mediación escolar en una escuela de otro país, en el año de 1997, donde funcionaba el programa en toda la institución, desde hacía ya más de 20 años, sentí que éste sería el sentido de mi vida. Allí vivencié la cultura de la paz en vivo y en directo.

 

Fundamento esta misión en la creencia de que cuantas más personas se pacifiquen de manera individual y crean que la paz es posible trabajando por ella desde el contexto que a cada uno le toque, llegará el día en que habiéndose formado la masa crítica necesaria, la convivencia pacífica será lo natural y los conflictos la excepción.

Mi visión

Porque creo que esta misión es posible, es que sueño con ver escuelas de mi país y de todas partes del mundo donde se viva la cultura de la paz mediante la negociación colaborativa, la mediación entre pares a partir de los diez años y la práctica de los principios de la educación para la paz entre los 4 y los 9 años. Imagino un clima escolar en donde las emociones sean fuerzas que ayuden a vivir, a entenderse, a tratarse con amabilidad y afecto. Un ambiente en el que se respete no sólo a las personas, sino también a toda forma de vida, los animales, las plantas, el agua, el aire, en el que se aprecien las diferencias como una expresión de la riqueza de la vida, en donde el miedo ocupe el lugar que le corresponde, el de garantizar la supervivencia sólo ante los peligros reales.

 

Una escuela en la que los adultos sepan y enseñen a sus alumnos a observar sus pensamientos y emociones sin juzgarlos, en donde se expresen las emociones y las necesidades con un lenguaje en primera persona, no proyectivo, y por otras formas como el teatro, la plástica, el canto, la expresión corporal.

 

Imagino adolescentes con ideales que les permitan vivir con plenitud en el alma, que los impulsen a levantarse por la mañana entusiasmados y con energía para trabajar en pos de concretar sus ideales.

 

Para ello sueño con profesorados de formación docente, donde la mediación educativa en general y la educación emocional en particular sean materias integradas en la curricula.

 

Sueño con una sociedad donde los niños y adolescentes formados en el diálogo, la negociación colaborativa y la convivencia pacífica sean hombres y mujeres capaces de crear una sociedad donde se priorice el diálogo fecundo, y el respeto por las diferencias.

 

Sueño con que expresen este estilo de vida donde les toque actuar, en la familia, los centros comunales, los sindicatos, el comercio, las empresas, el senado, la presidencia de un país.

 

Sueño con un planeta unido en el Bien, la Verdad y la Belleza de todos los seres vivientes sin excepción.

Mis creencias

Apuesto a la mediación en términos generales y en particular a la mediación escolar porque creo que:

 

 

  • La paz vive en lo profundo del corazón humano. 

  • El amor es la esencia de todo lo que existe, el “pegamento” que une a toda forma de vida.

  • La tendencia a la colaboración del cerebro cognitivo, propiamente humano,  es la trascendencia y la colaboración, creencia hoy corroborada por la neurociencia.

  • Los hábitos que permiten la convivencia (conductas) pacífica se aprenden.

  • La escuela es el lugar adecuado para fomentar tal aprendizaje.

  • La pacificación social está unida a la pacificación personal. 

  • La pacificación personal es un proceso a transitar reconociendo e integrando a las “partes” internas en oposición que viven en la mente.

  • La mediación educativa e intrapersonal, son valiosos aportes a la pacificación social.

  • El pensamiento es creador.

  • La “masa crítica” necesaria para generar los cambios es una realidad comprobada por la física, cualquier aporte por pequeño que parezca, la alimenta y es significativo para su crecimiento.

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