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Mediación Intrapersonal

Un camino de pacificación personal

PRÓLOGO DE “MEDIACIÓN INTRAPERSONAL” . Bs. As., Editorial Histórica, año 2009, 238 páginas.

 

A MANERA DE GÉNESIS

Nacimos en un mundo de lo absoluto. Conceptos opuestos y delimitados. Áreas de acción definidas para cada profesión. Fronteras fortificadas para controlar que ningún concepto extraño se atreviese a infectar el más puro saber. Un derecho incontaminado, un psicoanálisis incontaminado, una medicina, una sociología y etc., etc. incontaminados. 

Y llegó la mediación, ella toda contaminada, de fronteras abiertas. …..Y la mediación plantó bandera negándose a consentir un casamiento monogámico,  declarando el amor libre a todas las ciencias y técnicas que tengan algo que decir sobre los seres humanos, sus organizaciones y sus conflictos interpersonales.

 

Íbamos bien, con algún que otro tropiezo. Con algún que otro retorno de los absolutos que impedían o frenaban su acción. Pero íbamos y vamos, bien.

Y llegó Cecilia y dijo ¿qué es esto de quedarnos exclusivamente con los conflictos interpersonales? Somos seres humanos. Tenemos muchos conflictos personales de esos en que no le puedo echar la culpa a nadie, de esos por los que no me puedo pelear con nadie. De esos que no tengo mas remedio que aceptar que son míos.

 

Y Cecilia le aproximó un amante más a la mediación. Y Cecilia dijo: trabajemos con la mediación intrapersonal

 

DEL PASADO

Comenzó con una charla con Cecilia en que me comentó que estaba terminando un libro sobre mediación intrapersonal. Me puse muy contento.  Era para festejar (con vino, claro). No se si muy consciente o no, ella estaba borrando una frontera. En ese momento pensé ésta es una “borrada” que pocos entenderán y muchos condenarán plantados en el aparente contrasentido determinado por la división ilusoria de que la psicología y todos sus procedimientos de intervención estaban orientadas al conflicto intrapersonal y que la mediación trabajaba exclusivamente con lo interpersonal. Fue la primera motivación para escribir estas reflexiones. El amor a primera vista con el trabajo de Cecilia.

 

DEL PRESENTE

Comentar el presente es hablar del regalo (estar presente) que nos hace Cecilia con la investigación presentada en este libro.

 

Bravo Cecilia, primero por atreverse a enfrentar esas falsas fronteras que tanto mal le hacen a nuestro trabajo científico y sobretodo por zambullirse no solamente en el análisis de tal posibilidad teórica sino avanzar en la practica como punto de partida y de llegada de la teorización………..

 

Ella aborda las emociones, pero no solamente como ese fenómeno expresivo que el mediador debe conocer y reconocer para incorporarlo al diálogo, sino como una cuestión trabajada desde la aparente inocencia de quien siente por primera vez una emoción y se pregunta ¿porqué, qué es esto que estoy sintiendo, hay acaso un mundo “interno” en el que pasan cosas que se manifiestan en mi sin que yo entienda cómo?

Y a partir de esa sorpresa aparece el espacio del testigo, del puente, del traductor. Conecta la espiritualidad a lo psicológico, a lo sociológico y así como desarrolla que el mapa no es el territorio, aborda todos los temas que hacen a la conflictividad intrapersonal no como una abstracción teórica sino como una realidad que se impone.

 

La riqueza descriptiva de las técnicas que Cecilia utiliza en sus ejemplos y que son de la mejor integración de escuelas y de modelos de mediación interpersonal, conduce a los lectores a enriquecer su práctica, su caja de herramientas. Pues al leer como son empleadas en las prácticas de mediación intrapersonal, percibimos los efectos que producen cuando usados adecuadamente por el mediador. Si nos preocupamos por nuestros mediados y sus conflictos “internos” el mediador también pone, al leer este libro, sus barbas en remojo y se reconoce él también escindido y preocupado por ser uno, mientras dialoga internamente para calmar a su crítico, encorajar a su temeroso y cuestionar a su presuntuoso. Todo en él mismo, todo él mismo.

 

DEL FUTURO

Cecilia nos trajo la preciosa revisión de la mediación y su utilización ampliada a los conflictos intrapersonales. Nos trajo un verdadero cuestionamiento de la función del mediador. Nos llevó a reflexionar por los conflictos, por las emociones, la comunicación, las técnicas y procedimientos que hacen a la intervención del mediador. Nos amplió el foco del mediador dando espacio además de a las ciencias a la humanidad, la espiritualidad, la relación de uno y su multiplicidad, de su multiplicidad con los otros.

¿Qué hacemos con eso?

La criticamos por entrar en terrenos ajenos a la mediación.

La desestimamos por dejar afuera a Freud, que está siempre presente.

La aprovechamos para mejorar nuestra práctica cotidiana en mediación interpersonal.

La tomamos como una nueva versión psicodramática de las terapias de objetivos limitados.

Yo diría que debemos aprovechar esta puerta compleja y creativa que Cecilia ha abierto para entrar en esta sala oscura de la intimidad y buscar, como ella lo hizo, de abrir las ventanas para dejar entrar la luz.

Qué mejor que adoptar estos procedimientos y los que vayan a ser trabajados para incorporarlos en los “caucus”.

 

Porque a partir de este libro no podrá existir el temor de “me meto o no me meto”. A partir de ahora ya no quedan excusas, Cecilia nos ha habilitado, tenemos que meternos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Juan Carlos Vezzulla

Lisboa, 15 de mayo de 2009.

 

Juan Carlos Vezzulla es licenciado en Psicología y mediador. Su actividad en instituciones es muy diversa y fructífera, entre ellas se destacan la de miembro regular de la Association for Disputes Resolution en Washington, miembro del Consejo Nacional de las Instituciones de Mediación y Arbitraje ( CONIMA) en Brasil; cofundador y presidente científico del Instituto de Mediación de Brasil  ( IMAB)y vicepresidente del Instituto de Mediación de Paraguay ( IPAME); coordinador científico de la Associaçao de Mediadores de Conflicto en Lisboa ( Portugal).

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